jueves, 10 de octubre de 2013

A solas no, con mi locura.

Le canto a la Luna
o a la musa perdida
en mi esquizofrenia,
¿cuándo llegará la hora
de enfrentarme a mi Locura?
Cuando el próximo pacto
con Lucifer me cueste la vida
y mi saliva transmita
verdades que se fugan entre el humo,
por la poca cordura que conservo
y de la que no presumo.
En el pecho un nudo
que da que pensar,
tosiendo sangre a estas horas,
porque en mi oído un niño llora
con su llanto mudo.
Sudo ácido sulfúrico,
con cada sueño trágico
que resulta ser cierto,
despierto empapado en alcohol
o rodeado de barbitúricos,
según dicte mi calendario.